Cuentos"Nostalgia"

    Martín: hacía más de veinte años que se había ido de su pueblito natal hacía la gran ciudad , lleno de ambiciones, deseaba ser médico y lo logró.
   Llevó una vida de mucho sacrificio alejado de sus afectos, solo entre sus libros y su trabajo, que lo transformaron en una persona solitaria y día a día lo ambicionaba más.
  
    Así transcurrieron los años.

   Una noche en su casa pasaban las horas y el sueño no llegaba, estaba en pleno desvelo cuando escucho el ruido del silencio que lo estremeció, no comprendió porque ese silencio le llenó la mente de recuerdos, "justo a él, calculador, indiferente a todo lo que le rodeaba " lo llevó a su terruño; donde dejó a su primer amor."-¿Que será de la vida de Elisa? " su primera novia y en un impulso desesperado, se vistió, tomó su coche, se sentó al volante, apretó el acelerador y tomó la ruta.

   A medida que iba avanzando, recordaba sus días junto a ella en las tardes de sol en el patio, entre plantas de amapolas en flor y las mariposas insistentes rodeándolos y ella con su  rubia cabellera, su blanca sonrisa contagiosa, su piel fresca, su busto entre el escote profundo de su blusa parecían esculpidos en su cuerpo esbelto, de la pequeña cintura caía una falda hasta la mitad de sus piernas largas y finas y en sus pies zapatos de tacones que la hacían más coqueta aun.
   Apretó su mano y sintió la mano de Elisa suave y tersa entre la suya y así correteaban entre el jardín hasta cansarse y después sentados  en el borde de la vereda con largas conversaciones llenas de proyectos.
    Martín varias veces le había enviado cartas que no  fueron correspondidas, pero no le dio importancia, la ciudad lo había atrapado...Elisa quedó en el tiempo.

     Paró frente a su casa, estaba todo igual, solo faltaba Elisa, hacía tiempo que nadie la veía.
    
       Martín abrió el zaguán, recorrió con su mirada la habitación y en un rincón estaba Elisa, Martín quedó inmóvil, sin poder pronunciar palabra; en su profesión  había visto muchas personas en estado deplorable pero ninguna como Elisa.
     Todo su amor idealizado se desplomó en ese instante.
     Sus cabellos se habían transformado en hebras blancas desgreñadas, sus ojos ya no tenían brillo, su mirada ausente, su rostro con una mueca de sufrimiento y señales de años sin tomar sol y el cansancio de una vida transcurrida el soledad.
   Sintió culpa por el estado de Elisa, siguió observándola, un vestido cubría su cuerpo con un laxo rodeando su supuesta cintura y un profundo escote dejaba al descubierto lo que ya no era busto, eran dos tetas largas que caían sostenidas por el laxo del vestido, sus brazos dos pulpotes que caían hacía los costados de su cuerpo.
   Martín pasó a sentir desprecio, debía de tener la misma edad que él, y era una sombra de la mujer que fue, quizás sólo en sus pies calzados con zapatillas rosadas con corazoncitos blancos se encontraba algo de la dulzura de aquellos años.

   Trató de vencer su asombro, porque lo que estaba mirando no era la mujer que pensó encontrar. Era un despojo humano, tiesa abandonada: la mujer que buscaba había quedado en el tiempo, donde el la había dejado.
   Elisa no se percató se su presencia.

   Martín salio de la habitación, subió a su coche tomó la ruta; dejando en ese lugar la nostalgia de la adolescencia.

                                                                                                                                          





                                                                              

6 comentarios:

  1. Excelente relato, cuantas veces he vivido ese momento, en mi memoria han quedado rostros de compañeros del liceo o gente de mi juventud y recién al verlos hoy me doy cuenta que el tiempo no se detuvo... en mi tampoco.

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  2. el tiempo muchas es cruel,en este cuento,está la vida de dos personas,una egoista,otra que se deja llevar por la vida ,sin motivación

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  3. está presente la vida tal como es,con el crrer de los años, nostálgico

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  4. Se queda uno con las ganas de volver, mi querida amiga, y Nostalgia es una de las causas.
    Me parece que el final es tremendo.
    Tenemos coincidencias entre tu Nostalgia y mi Breviarios 1.
    ¡Un abrazo!

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  5. Este relato me ha hecho recordar tiempos pasados y me he sentido identificado, ya que Elisa es fiel reflejo de mi hija paquita que tu ya conoces por mi libro Las cicatrices del alma.
    Muy buen relato Floria.
    ¡¡¡ENHORABUENA AMIGA!!! Josan

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  6. Josan,hace mucho lo escribí,recordando a un amigo de la adolescencia, ya fallecido ,y muy sentido y nuestro entorno,ya ves las historias de vida se repiten,cuanto lamento que te recuerde a tu Paquita,tan bonita,recordemoslos como lo conocimos, no en ese estado que lo volvimos a encontrar. gracias Josan

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